En las áridas tierras donde el petróleo dicta el pulso de la vida, se tejen historias que combinan la riqueza y el poder con la sombra de la miseria y el miedo. Los niños del petróleo recorre, a través de relatos intensos y humanos, las vidas de personajes marcados por la opulencia efímera, la superstición, las pasiones desmedidas y las heridas de un país moldeado por el oro negro. Desde casas señoriales habitadas por secretos oscuros hasta la decadencia de quienes creyeron que la bonanza sería eterna, cada capítulo revela un fragmento de un retrato colectivo: el de un pueblo que ha vivido entre el espejismo de la abundancia y el peso de sus propias contradicciones. Con una prosa envolvente y directa, esta obra nos sumerge en un universo donde la memoria, la política, la religión y el destino se entrelazan, recordándonos que la verdadera riqueza —o la condena— puede estar enterrada en lo más profundo del alma.