Gerard y Sara, un matrimonio marcado por el control y la superstición, se adentran en el terreno de la fertilización asistida tras años de intentos fallidos. La llegada de su hijo, Caín, lejos de traer armonía, abre la grieta de un conflicto que desborda la intimidad familiar. Un embrión que permanece congelado se convierte para Gerard en una presencia insoportable: un hijo en suspenso que lo condena a la culpa y al delirio.
Mientras Sara concentra todas sus fuerzas en moldear un destino perfecto para el niño nacido, Gerard se hunde en una espiral de dudas éticas, obsesiones religiosas y deseos que lo arrastran más allá de la razón. La ciencia, la fe y la pasión se entrelazan en una historia que desvela hasta dónde puede llegar la obsesión cuando el límite entre lo real y lo imaginario se rompe.
Todos llevamos un laberinto dentro: un entramado de obsesiones y deseos que, en vez de liberarnos, terminan por encerrarnos. Él creía tener el control de su vida, pero pronto descubre que cada elección lo conduce a pasillos más estrechos, donde el amor se confunde con culpa, la fe con duda, y la pasión con condena.
Estás ante una novela intensa y perturbadora, donde cada página encierra el eco de una pregunta sin respuesta: ¿qué ocurre con aquello que decidimos dejar en el hielo?