Un pequeño llega al mundo antes de tiempo, diminuto y frágil, pero con una fuerza que sorprende a todos. Su historia es la de un comienzo inesperado que florece entre brazos, calor y fe. Entre respiradores y latidos, aprende que el refugio más seguro no está en las máquinas, sino en el pecho de su madre y en la mirada de su padre.
El relato muestra con ternura y verdad cómo el contacto piel con piel, la leche materna y la presencia amorosa de la familia pueden convertir la vulnerabilidad en vida.
Cada página late con el mensaje de que el amor temprano, constante y humano puede más que cualquier tecnología.
Un homenaje a los pequeños guerreros que llegan antes, y a quienes los acompañan con el corazón abierto, demostrando que el milagro de vivir empieza en un abrazo.